Acuarela y tinta.
Ilustraciones publicadas en la revista ECOHABITAR acompañando a un artículo de Joaquin Viñolas titulado "Contaminación mental". Habla sobre el mecanicismo e industrialismo, el racionalismo y economicismo, el sedentadismo, el fetichismo del "objeto", la dinámica producción-objeto, el hedonismo y la saturación de productos, mensajes e información, la tiranía de lo visual, la desmaterialización y la superficialización. Es una reflexión muy interesante.
Acuarela y lápiz de color.
La permacultura es algo que nos hace estar más unidos a la tierra y nos ayuda a encontrar nuestro ritmo natural, alimentándonos con sabiduría.
Óleo sobre lienzo.
Este duendecillo es el ángel de la guarda de mi dulce sobrinita Irene.
Acuarela y pastel.
Para el capítulo de La foca blanca, cuando se encuantra con los leones marinos y...
En acuarela y lápiz acuarelable. Todo un rompecabezas.
Acuarela, punta fina, lápiz de color y proceso digital.
Esta tira me la inspiró una buena amiga y su acoso laboral. Ella es una tía grande y está curtida y tiene un corazón tierneciiiito, así surgió Teodoro.
Acuarela, punta fina y gouache.
La diva, esbelta como una garza, heroína del sonido gutural desplega su potencial. Como la lengua de un camaleón la vocal se desenrosca, y suavemente, dulce y contundente hace vibrar el cosmos.
Acuarela y punta fina.
Antes de un largo viaje de regreso, mira atrás con su lánguida mirada, sin miedo, tiene el corazón tierno y sabe que volverá...
De una serie de mancha de color y línea, sobre papel de arroz grueso y cartoncillo.
El querer llegar a todos los lados y no dar a basto, el que corre sin tiempo y lleva tiempo así, huyendo casi de si mismo con una inercia asfixiante.
De una serie de mancha de color y linea, en soporte de papel de arroz grueso y cartoncillo.
En este caso el abrazo cálido y tierno de mi iaia.
Acuarela y punta fina.
Esta ilustración es una alegoría a la amistad, me la inspiró una buena amiga.
He pensado que esta era una buena manera de comenzar mi blog, pues espero, amigos conocidos y todavía desconocidos, que os sintáis como en vuestra casa.
